EL SEGUNDO SEXO
Simone de Beauvoir ya lo dijo hace nada más y nada menos que
medio siglo: el concepto de mujer es un producto cultural obra de la sociedad,
realmente no nace de esta manera, se le obliga a ser así. No existe un alma
femenina ni masculina que afecte a la manera de ser de una persona. Cada ser humano se realiza a través de sus
acciones. Esto ya lo habían dicho algunos filósofos antes que ella, pero Simone
de Beauvoir profundiza en esto refiriéndose al rol de la mujer prefijado por la
sociedad. Heidegger, filósofo existencialista del siglo XX, describía al hombre
como “Da sein” (ser ahí) que consistía en varios puntos de los cuales uno decía
que, pese a poder hacer elecciones, el número y el tipo de elecciones posibles
venían determinadas por nuestras “circunstancias”, es decir, cosas como el
lugar donde hemos nacido, nuestra familia, nuestro físico, el marco social y
político del lugar etc. Una mujer es capaz de hacer elecciones, sí, pero se ven
limitadas por las circunstancias que la sociedad impone sobre ellas. Un ejemplo
muy claro del pasado es que a las mujeres no se les permitía llevar pantalones
y si lo hacían eran despreciadas por ello. Si una mujer era valiente,
aventurera o, por ejemplo, físicamente más fuerte que un hombre, se le llamaba
marimacho. Esto mismo también ocurría con los hombres que intentaban hacer “cosas
de chicas” como jugar con muñecas o aprender a bailar ballet. La sociedad les reducía
su número de elecciones. Ocurría algo más en las mujeres: aparte de reducir sus
elecciones no se le permitía construirse a partir de estas pues siempre se la
definía como esposa, hermana, hija, pero nunca como persona independiente. Lo que Simone de Beauvoir pedía con esta reflexión
parece más simple de lo que es: la mujer debe librarse de este rol que la
sociedad le impone y construir su propio proyecto de vida por sí misma. Bien
después de oír todo esto, ¿crees que la mujer lo ha conseguido? He estado
durante todo el texto refiriéndome a cosas que ocurrían en el pasado, ¿pero ocurre
esto también en la actualidad? Por desgracia sí. Las ideas de las cosas que son
“para chicas” y las cosas que son “para chicos” aún están muy arraigadas en la
sociedad y pese a que un niño pueda jugar con muñecas recibirá burlas por parte
del resto, como si estuviese mal lo que hace. Aún podemos ver a grandes mujeres
que hicieron mucho por la humanidad siendo definidas como la “mujer de”.
Mismamente en nuestros apuntes de filosofía podemos ver a Simone de Beauvoir
como “compañera de J.P. Sartre, pero sin embargo en la página donde habla de
Sartre no se ve en ningún momento el “compañero de Simone de Beauvoir”. Y como
estas situaciones hay muchas, muchísimas más. Frente a esto solo podemos hacer
una cosa: luchar. Luchar por una sociedad que no limite las oportunidades de la
mujer y si crees que no puedes hacer nada estas equivocado pues el cambio solo
puede venir de la mano de cada uno y “cada uno” te incluye a ti.
Buena entrada Andrés.
ResponderEliminarFeliz año nuevo!
Pdt: estaría bien que ilustraras con alguna imagen las entradas.